¿CANDIDATOS? (2ª parte)

En la anterior entrada del blog, hablaba de los Oklahoma City Thunder como alternativa al poder en un Oeste, en el que tras los Lakers, hay un abanico muy amplio de equipos que buscarán ser el candidato a dar la sorpresa, y evitar que los angelinos jueguen su 4ª final consecutiva.

Pero la distancia entre los de púrpura y Oro y el resto, parece ahora mismo amplísima y parece poco probable que nadie pueda bajar a los californianos de tan privilegiada posición.

En cambio en el Este, la distancia entre el favorito y el resto de candidatos es mucho menor.

Tras este loco verano de 2010, es indudable que los Miami Heat deberían partir en la pole position, con Boston y Orlando como amenazas más serias. Pero yo querría pararme un escalón más abajo y centrar este entrega en unos Chicago Bulls, a los que yo considero -al igual que OKC en el Oeste- capaces de amargar la existencia al más pintado.

Ya comienza a quedar lejos en el tiempo la última vez que vimos a Chicago haciendo algo realmente grande. Desde el año 1998, en el que "Su Majestad" se enfundó su sexto anillo con "The Last Shot", el equipo de la Ciudad del Viento está viviendo una travesía por el desierto. 12 largos años en los que a lo máximo que se han asomado ha sido a una 2ª ronda de Playoff.

Este verano, los movimientos desde la gerencia de los Bulls hacen que haya que contar con ellos para liderar ese grupo de equipos (Hawks, Bucks y los propios Bulls), que lucharán por meterse entre la zona noble de su Conferencia.

Lo primero que hay que analizar, es que tras dos temporadas jugando Playoff, y cayendo en 1ª ronda de manera más que honrosa, John Paxson decidió prescindir de los servicios de Vinny Del Negro, para traerse procedente de Boston al gurú defensivo de los exitosos Celtics.

Tom Thibodeau hará su debut como entrenador jefe en la NBA, al frente de una franquicia histórica, y dirigiendo a una plantilla llena de talento pero falta de consistencia.

La decisión de prescindir de Del Negro puede ser una señal de ambición, aunque la apuesta por Thibodeau quizá lo sea de inconsciencia.

Nada más finalizar la pasada campaña, los Bulls decían adiós a uno de los líderes del equipo los últimos años (Kirk Hinrich), sólo por ganar margen salarial y tener opción de hacerse con hasta 2 de las súper estrellas que este verano han estado en el mercado.

Durante algún tiempo se especuló con que Wade (natural de Chicago), podría llegar. Más tarde se habló que LeBron había elegido los Bulls como destino. Nada de nada. Ambos han preferido el calor de South Florida al gélido frío de Illinois.

Conscientes que la generación de 2004 quedaba lejos, los Bulls se movieron a ritmo de Jazz, firmando hasta 3 hombres (2 y medio) procedentes desde Salt Lake City.

Boozer, Korver y Brewer aterrizan en Chicago de la mano.

El fichaje estrella es el de un Carlos Boozer, que se acopla a las necesidades deportivas del equipo como anillo al dedo, y que llega para ser el nuevo referente interior de Chicago Bulls.

Un jugador con una capacidad anotadora al poste más que probada, buen reboteador y que parece la perfecta pareja para Joakim Noah.

Mientras que el de Alaska anotará compulsivamente y echará una mano en el rebote, el doble campeón de la NCAA hará de manera brillante el trabajo sucio, partiéndose la cara en ambos tableros, disimulando las lagunas defensivas de Booz y aprovechando los dobles marcajes que le hagan a su nuevo compañero de batallas. Para mí, la pareja interior más completa del Este (y casi de toda la NBA).

Tras ellos, en la pintura estará el veteranísimo Kurt Thomas (37 años), que tendrá -salvo sorpresa- un papel marginal, uno de los rookies destacados del pasado curso como Taj Gibson, que deberá confirmar todo lo bueno mostrado el año pasado, y un novato como Omer Asik, que ahora mismo es una incógnita.

En el puesto de alero volverá a partir como titular un Luol Deng, que nunca ha llegado hasta donde se esperaba tras su año de debút (y lo que dicta su contrato), pero que se mueve entre los 15 y 17 puntos con facilidad.

Se especuló con su salida, de haber tragado Denver con un traspaso que hubiera llevado a Carmelo a Chicago, pero en cuanto los Nuggets pusieron como condición a Noah, se rompieron las negociaciones.

Desde Utah llega también uno de los guapos de la liga. Kyle Korver lucirá palmito en Chicago y será el primer recambio del sudanés. Si Deng tiene en el tiro de 3 puntos su asignatura pendiente, Korver vive desde los 7 metros.

A caballo entre los puesto de alero y ala-pívot anda el jugador de segundo año, James Johnson, que aportará en momentos puntuales aunque sin que se le pueda exigir demasiado.

La batería de escoltas es amplia, aunque es difícil que ninguno vaya a hacer olvidar a Hinrich. Ronnie Brewer, que llega tras su fugaz paso por Memphis, aportará físico y manos rápidas en defensa, mientras que Keith Bogans sólo veteranía y algún que otro momento de inspiración.

No es de extrañar que los Bulls sigan suspirando por Rudy. Es, sin duda, la posición más floja del plantel.

Quién podría desenvolverse bien en ese puesto es otro de los fichajes del verano. CJ Watson llega desde la Bahía de Oakland, habiendo demostrado que se puede confiar en él tanto como base como de escolta, y a buen seguro tendrá minutos como "2".

También los tendrá como Play Maker cuando haya que dar descanso a un Derrick Rose, que es desde su bautismo en la liga, el indiscutible líder del equipo.

Con un All Star, un premio al rookie del año y una medalla de Oro al cuello, se espera que Winnie The Pooh siga creciendo.

De sus manos saldrá todo el juego del equipo y gran parte de las posibilidades de hacer algo grande.

Estos serán los actores principales de unos Bulls, que deberán salir sin complejos ante los todopoderosos Heat, Celtics y Magic, ya que por talento, juventud y experiencia tienen cartas suficientes para dar un susto de muerte a cualquiera de ellos.

¿Será esta la temporada en la que volvamos a ver a los de la Windy City en la parte más alta de su Conferencia?

Quizá la clave la tengamos en el banquillo, en ese señor blanco y encorbatado que deberá confirmar lo que las buenas lenguas hablan de él. Desde luego que alternativa ya son.