Llegó a la sombra de "El Elegido", pese a lucir en su currículum un título en la NCAA ganada la anterior campaña con Syracuse y ser una de las sensaciones de la temporada universitaria."Caramelo" Anthony, le llamaba. "Cuponazo" James era el de LeBron.
Las carreras de James y Anthony siempre han estado ligadas por un hilo invisible, que ha hecho que las comparaciones entre ambos hayan sido recurso facil. Comparación en la que el 15 de los Nuggets, siempre ha salido m
al parado, aunque no siempre con motivos.En su año de debút, todos, absolutamente todos los ojos estaban puestos en las evoluciones del "Genio de Akron", un LeBron James que con el número 23 de los Cavs a la espalda, firmaba noche tras noche actuaciones a la altura de lo que esperaba de él.
Pero en la otra Conferencia, con el nuevo equipaje azul celeste de los Nuggs, y sin hacer tanto ruido, Carmelo lideraba a los suyos con actuaciones que en nada envidiaban a las de su colega de promoción.
A partir de entonces, la carrera de Carmelo Anthony ha ido dando demasiados tumbos, y sus buenas campañas estadísticamente hablando, no han tapado otro tipo de carencias tanto en su juego como en su carácter, que este hombre de ascendencia puertorriqueña ha pagado con creces.
Primero se le acusó de ser un jugador mono funcional. Un alero que desde sus 203 centímetros no hacía otra cosa que no fuera acribillar a sus rivales con su tirito a 4/5 metros. Flojo en defensa, deficiente manejo del balón, escasa capacidad para leer los partidos, y un carácter demasiado volátil como para liderar un grupo.
Cuando George Karl llegó a los Nuggets a mediados de la 04/05, le exigió a Anthony más compromiso con el grupo, le cambió la manera de jugar y le aconsejó jugar más al poste para forzar más faltas y consecuentemente disfrutar de más tiros libres. La exigencia de Karl para con su jugador, hizo que la relación entre ambos fuera más que tirante. El coach le estaba poniendo a prueba.
Pese a todo, y con Anthony como mejor jugador, los Nuggets iban clasificándose, temporada tras temporada para unos Playoffs en los que eran eliminados a las primeras de cambio.
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No tuvo suerte con su selección, ya que tanto los JJ.OO. de 2004, como el Mundial de Japon 2006 fueron dos fracasos absolutos para los yankees, pese a que el 15 fue su mejor jugador en ambas citas.
ada 2006/07, y cuando Melo estaba haciendo su mejor baloncesto (casi 30 puntos p
or partido), una tángana en un partido ante los Knicks, y que acabó con un puñetazo a Jared Jeffries, le costó nada menos que 15 partidos de sanción y una crítica generalizada hacia su manera de ser y comportarse. Parecía un caso perdido, el típico súper clase al que la azotéa la juega tan malas pasadas que acaba por destrozar su carrera.Pero esa pelea en el MSG tuvo su parte positiva, ya que sirvió para que Anthony recapacitara, y se convirtiera en otra persona, y en consecuencia, en otro jugador. La llegada al equipo de un acaparador de juego como Allen Iverson en diciembre de ese mismo año, fue otra prueba que el alero tuvo que superar.
Pese a que "The Answer", por características de su juego, necesitaba absorber mucho balón, ni una sola queja (al menos pública), salió de los labios de Carmelo.
Aunque eso sí, la llegada de Iverson tampoco sirvió para que los Nuggets pasaran la primera ronda ni en sus primeros Playoffs con los Nuggets (2007), ni en los segundos (2008)
La pronta y contundente eliminación en 2008 a manos de los Lakers, hizo que desde las oficinas de los Nuggets se pensara en una reconstrucción, dejando salir por nada a su mejor defensor, Marcus Camby.
Tiempo de cambio.
Pero todo cambió, y de qué manera, al inicio de la 2008/09. Chauncey Billups, veterano base que había llevado a los Pistons a un título, llegaba a Denver a cambio de Allen Iverson.
De repente, todas las piezas encajaron. La llegada de Chauncey fue mano de santo y los Nuggets hicieron uno de los mejores baloncestos de la temporada, y las victorias se sucedieron una tras otra. Campeones de la Northwest Division y por fin!! superaban la primera ronda.
Hasta la Final de 
Conferencia llegó la aventura para los Denver Nuggets la temporada pasada (4-2), gracias al poderío ofensivo de un Carmelo que en la post-temporada se fue hasta los 27.2 puntos por partido.
Casado y padre de familia, incluso el año pasado hizo cortar su característicos cornrows para ofrecernos una imagen mucho más seria. El chico se hizo hombre.
29.9 puntos -segundo entre los anotadores- y 5.8 rebotes llevan la firma de un Anthony, que como ya anunció su entrenador en el training camp, se ha puesto el modo líder, y está dispuesto a entrar en las quinielas por el MVP, y por supuesto quiere darle a los Nuggets su primer anillo de campeón.
Y es que dee momento, y para un jugador que en su carrera puede promedia 24.3 puntos, 6.1 rebotes y 3.1 asistencias y que ha jugado las eliminatorias al título en todos los años como profesional, un currículum que apenas luce 2 presencias en el partido de las estrellas y 3 nombramientos para el tercer mejor equipo de la temporada suena demasiado pobre.
Sin duda que su fama de díscolo, rebelde sin causa, cabecita loca y esa facilidad que él tiene para meterse en todos los charcos posibles han influido decisivamente para que no se haya contado con él a la hora de repartir premios, pero todo hace indicar que la tendencia va a cambiar. ¿Conseguirá que por fin que la opinión pública olvide sus prejuicios y su pasado, y reconozca a Anthony como uno de los más grandes de la liga?
Soy consciente de que ésto no ha hecho más que comenzar, pero esta temporada 2009/10 está, desde luego, más dulce que nunca.
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