domingo, 5 de abril de 2009

ALLEN IVERSON, VICTIMA DE SI MISMO


Allen Iverson ni es, ni ha sido, ni será, un jugador más dentro del Universo NBA.
Amado y odiado, casi a partes iguales, The Answer rebasó, casi sin darse cuenta, el umbral que separa al ídolo del mito.

Desde sus tiempos en la Universidad de Georgetown, ha sido un personaje público peculiar, admirado por sus excelencias en una pista de baloncesto a pesar de su liviano físico, pero visto con lupa debido a sus excesos fuera de ella.

Después de 2 años en la Universidad, a las órdenes del rígido John Thompson, Iverson llegó a la NBA, elegido por los Philadelphia 76ers como nº1 del Draft de 1996.

Iverson encabezó el que para muchos es el mejor Draft de la historia, o al menos uno de los tres mejores. Nombres como los de Camby, Marbury, Ray Allen, Antoine Walker, Kobe Bryant, Stojakovic o Steve Nash siguieron al de un jugador, que con apenas 1.83 metros y 70 kilos, sería capaz de cambiar el rumbo de una histórica franquicia, que vivía sus peores años (18-64 en la temporada 95/96).

La llegada de Iverson no supuso un cambio radical en los resultados del equipo (22-60), entre otras cosas porque a su llegada, Johnny Davis, su entrenador, se empeñó en ponerlo como base en virtud de sus facultades físicas, obviando que el anotador que Iverson llevaba dentro no le permitía anotar y dirigir el juego a la vez.

Eso sí, los Sixers, con su llegada volvían a estar en el candelero, sobre todo después de una jugada que podría considerarse el punto de partida hacia el estrellato de nuestro protagonista, un crossover al mismísimo Michael Jordan que dio la vuelta al Mundo.

Por aquella época, Iverson salpicaba sus hazañas en la pista con algún que otro altercado fuera de ella, pero... ¡¡Cómo señalar al nuevo icono de la ciudad, al ídolo que estaba haciendo renacer a los Sixers de sus cenizas!!! Vista gorda y a otra cosa...

No fue hasta la temporada 99/2000 cuando los Sixers comenzaron a ganar más partidos de los que perdían (49-33), siendo el punto culminante en la carrera del nº3 de los Sixers la temporada 2000/01, en la que además de conseguir el MVP de la temporada regular (31.1 puntos por partido), llevó a su equipo hasta la gran Final de la NBA, en la que cayeron sin paliativos ante los Lakers de O'Neal y Bryant.

Los Sixers tenían un equipo que bailaba al son que marcaba su estrella, Mutombo, McKie, Snow, Lynch y Hill hacían las labores sucias y Iverson brillaba más que cualquier estrella de la liga.

Por entonces, la imagen pública de Iverson era la de un icono absoluto para la juventud afroamericana, que lo tenían como un pastor al que seguir, el reflejo de su particular sueño americano. Negro, hecho a sí mismo, con limitados recursos económicos y capaz de triunfar en un deporte sin tener un físico privilegiado... Un Rey Midas.

Sus incontables tatuajes, sus pendientes, las cadenas y por supuesto, las indispensables cornrows eran verdaderos símbolos.

Pese a estar en la cima, no todo era un camino de rosas, ya que los encuentros y desencuentros con Larry Brown marcaron la época del veterano entrenador en Philadelphia, y es que pese a la reconocida mano dura del coach, Iverson hacía de su capa un sayo, y tan frecuentes eran sus exhibiciones individuales de corto, como sus escándalos de paisano.

Amistades peligrosas, familiares aprovechados, guardaespaldas, una relación difícil con la madre de sus hijos (llegó incluso a obligarla a salir desnuda a la calle tras una discusión)... era la otra cara de la estrella.

A partir de esa Final perdida, deportivamente todo fue a peor por Philly. La plantilla envejeció, Larry Brown se marchó, y Iverson se cansaba de anotar punto tras punto sin que sus actuaciones obtuvieran el premio de la victoria...

Así hasta la temporada 2005/06, en la que la llegada de una estrella (venida a menos) como Chris Webber, era motivo para que los Sixers volvieran a contar para todos. Entre C-Webb, Iguodala, Dalembert, Korver y AI3, formaban un quinteto para batirse el cobre con cualquiera.. pero de nuevo la campaña acabó en fracaso y los Sixers ni tan siquiera jugaron la post-temporada.
Por primera vez, algunas voces críticas tenían a Iverson en el punto de mira, y los primeros rumores serios de una posible salida de Philadelphia aparecían en prensa.

El comienzo de la siguiente campaña fue aterrador. Tras apenas mes y medio de competición, Webber salía por la puerta falsa después de negociar su despido, y con la evidencia de que su relación con Iverson fue de mal en peor hasta dar con el ala-pívot fuera del equipo.
No fue la salida de Webber la solución al problema, ya que Iverson se declaró en rebeldía y pidió en firme su traspaso.

El 20 de diciembre de 2006 se ponía punto y final a la etapa de Iverson en los Philadelphia 76ers, ya que era traspasado a Denver a cambio de Andre Miller y Reggie Evans.
Nuevo equipo, nueva ciudad y nueva vida a lado de otra estrella siempre bajo sospecha. Carmelo Anthony.

Iverson jugó en Denver casi 2 temporadas completas, en las que no se conoce de ningún roce con Anthony, incluso parece que hicieron buenas migas, pero en las que deportivamente tampoco pudo llevar a los Nuggets más allá de la primera ronda del Play Offs (perdiendo contundentemente ante Spurs y Lakers).
Los puntos seguían cayendo, pero la sensación de ser un jugador incapaz de llevar a un equipo a lo más alto se confirmaba a marchas aceleradas.
No lo hizo mal en Denver, pero su contrato era una carga demasiado pesada para la franquicia, sobre todo si iba a parar a un jugador que no era capaz de liderar al equipo hasta cotas más altas.
Por primera vez, se le consideraba un jugador con un contrato demasiado alto para el rendimiento que ofrecía.
En Denver, y todo hay que decirlo, no se le conoce altercado extra deportivo alguno, pero el equipo necesitaba un cambio.

Llegado al inicio de la presente campaña, los Nuggets enviaban a Allen Iverson a los Pistons, a cambio del hijo pródigo Chauncey Billups (y de un McDyess que no llegó a ponerse la camiseta de los Nuggs).

Buenos deseos y típicas palabras en la rueda de prensa de presentación con su nueva camiseta "Es un sueño para mi" "Es mi oportunidad" "Quiero ganar un título con los Pistons..."

Pero a las pocas semanas con los de la Motown, Iverson se saltaba un entrenamiento "porque si", simplemente porque quería estar con su familia en el Día de Acción de Gracias... primer borrón.
Las salidas de tono y las rebeldías de la estrella, ya no se pasan por alto como antes, ni llegan a tener ese tinte gracioso de estrellita que se cree con derecho a todo, porque en la cancha soluciona los problemas del equipo.

Los Pistons no carburan y los números de Iverson son los peores (con mucho), de toda su carrera deportiva (apenas 17 puntos y 5 asistencias). Michael Curry, entrenador novato de los Pistons hace mil y una maniobras para encajar a The Answer en el equipo, lo pone de base, de escolta, saca a Hamilton del quinteto, pone a Prince de "4"... pero nada funciona.

Los Pistons son un equipo serio, profesional, esforzado y con pelo en el pecho, en el que todos y cada uno de sus componentes han tenido que acoplarse a la filosofía de la franquicia para poder encajar y ser uno más.

Pero Iverson no es uno más, ni quiere ni puede serlo. Iverson es un alma libre que ve el baloncesto de una manera diferente a la que se mama en Detroit.

Su llegada fue un experimento, por el que los Pistons pagaron con una moneda demasiado valiosa. Con el fin de conseguir espacio salarial el próximo verano, (Iverson acaba contrato y libera 21 millones), desde la Motown se deshicieron de su líder las últimas temporadas, y lo están pagando muy caro.

Hablemos claro. Los Pistons traspasaron a Billups a cambio de espacio salarial.

¡¡¡Allen Iverson, el 4 veces máximo anotador de la NBA y gran ídolo de masas era sólo una excusa!!!

El 17 de febrero de este año, y tras 7 derrotas seguidas, Iverson causaba baja durante un mes por culpa de unos dolores en la parte baja de la espalda.

Al día siguiente de conocerse la lesión, los Pistons enlazan 4 victorias seguidas, ganando a Orlando, Boston, Denver y Golden State. ¿Coincidencia? puede ser.

Un mes de baja ha estado Iverson, en el que se ha perdido 17 partidos (9-8), regresando el pasado 29 de marzo ante los Sixers precisamente... y como suplente.

En los siguientes dos partidos, Michael Curry decidió que The Answer saliera como suplente, y en los 3 partidos dese el banco Iverson hizo un total de 9 de 25 en tiros de campo.

Fueron suficiente esos 3 partidos, para que Iverson cogiera una pataleta infantil, y se descolgara con unas declaraciones en las que aseguraba que "Si tengo que seguir como suplente, prefiero retirarme".
Enésima salida de tono para un hombre que está siendo devorado por su propio ego, que es incapaz de asumir que el paso del tiempo (33 años) está jugando en su contra, que está perdiendo la velocidad que le hacía imparable, que su capacidad anotadora ya no es la que era, y lo más importante, que si él en pista, su equipo es mejor.

Iverson nunca fue un jugador con un IQ baloncestístico demasiado alto, fue un jugador que marcó una época gracias a unas facultades físicas exprimidas al máximo y con un primer paso que le daba la ventaja suficiente para dejar a su defensor muy atrás en unas décimas de segundo.

Gracias a esa velocidad, su defensor se veía obligado a dejarle un metro para evitar la penetración, y Iverson lo aprovechaba para anotar desde fuera... pero ese primer paso ya no es tan rápido, y las defensas lo tienen claro. Sin ese metro de ventaja, ya no hay tiro cómodo y los porcentajes bajan alarmantemente.

Iverson ya no marca las diferencias.

Al día siguiente de esas explosivas declaraciones, Joe Dumars anunciaba que Allen Iverson sería baja lo que resta de temporada debido a que sus dolores de espalda no han remitido. ¿Otra casualidad?.

A día de hoy, su futuro no está demasiado claro.

El próximo verano, y por primera vez en su carrera, será agente libe sin restricciones, y podrá firmar por el equipo que le presente mejor oferta.

Varias (muchas) preguntas me asaltan.
  • ¿Habrán muchos equipos en disposición de querer hacerse con un jugador por el que tienes que cambiar tu estilo de juego?

  • ¿Se plantearán los equipos interesados en él, que a la vez que fichan al Iverson jugador, fichan al Iverson persona?

  • ¿Viniendo de cobrar 21 millones de dólares ... que cantidad satisfacerá los deseos de Iverson?

  • ¿Que ofertas recibirá? ¿De qué equipos? ¿Por cuanto dinero?

  • ¿Querrá marchar a un equipo que si bien pueda darle un buen contrato, no aspire a pelear por el anillo?

  • ¿Preferirá emular los casos de Finley o Payton, y sacrificar el dinero y la estadística en busca de un anillo que adorne su palmarés?

  • ¿Será capaz de admitir que su tiempo pasó y que puede ser igual de importante con menos protagonismo?

  • ¿Morirá de ego y decidirá retirarse si no encuentra lo que busca?

Personalmente tengo muchas dudas en todas las preguntas planteadas, pero lo que sí tengo claro es que pasen los años que pasen, el recuerdo de Iverson será imborrable gracias a su peculiar estilo de juego, a su capacidad para sobrevivir con un físico tan limitado y a su insaciable hambre de puntos.

Allen Iverson ha marcado una época en la NBA... pese a no haber ganado absolutamente nada con ningún equipo al que ha pertenecido, incluyendo el equipo olímpico americano, que perdió el Oro por primera vez desde el año 1972 ... y fue con Iverson en sus filas.

Pese a todo, algún día podré decir que yo vi jugar a Allen Iverson. "The Answer".

4 comentarios:

  1. A mi también me hubiera visto verlo jugar. Lo adoro.

    Yo no me creo que el mito del Iverson individualista aislado del equipo (aunque puede que si tenga un punto egomaníaco en su imagen y poses), es un tio que se ha dejado la piel en cada partido, aún estando jugando a veces en equipos sin ninguna oportunidad.

    Cuando llegó a la NBA, su juego fue un slopo de aire fresco, lo malo ha sido toda la jarfia que ha venido después, tratando de jugar el juego de Iverson, pero sin ser él.

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  2. Poco o nada he visto a Iverson jugar asi que poco o nada puede decir de él, lo que si es cierto es que con 33 años y jugandose un contrato este verano está haciendo el tonto, quizás lo mejor es que se baje del burro en el que está y sea como todas las personas de a pie, le vendrá hasta bien

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  3. ALLEN IVERSON ES EL JUGADOR QUE A MARCADO LA PAUTA EN LA NBA,SU AMOR POR EL JUEGO LO A CONVERTIDO EN EL IDOLO DE MASAS,SU ENTREGA EN CADA PARTIDO Y EL AMOR POR EL BASKETBALL,THE ANSWER REPRESENTA LA IMAGEN PERFECTA PARA AQUELLOS QUE CREEN Q ALGUNOS SUEÑOS SON IMPOSIBLES,IVERSON MERECE TENER SU ANILLO DE CAMPEON Y ASI TENGA 34 AÑOS FALTARIAN MUCHOS MAS PARA QUE MUCHOS JUGADORES DE LA NBA LOGREN IGUALAR SUS LOGROS Y GANAR EL RESPETO Y ADMIRACION QUE ESTE POSEE THE ANSWER SIEMPRE SEGUIRA SIENDO THE ANSWER Y UN CAMPEON QUE NUNK SERA OLVIDADO

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  4. ALLEN IVERSON ES EL MEJOR JUGADOR QUE HE VISTO JUGAR . NO ME REFIERO A QUE SEA EL MAS TALENTOSO QUE HA HAVIDO EN LA HISTORIA DE LA NBA SI NO QUE ME REFIERO A QUE HA SIDO EL JUGADOR CON MAS CORAZON MAS GARRA Y MAS HAMBRE DE TRIUNFO QUE CUALQUIERA QUE YO HAYA VISTO JUGAR INCLUSO MAS HAMBRE K JORDAN
    POR ESO ENCUENTRO INJUSTO QUE IVERSON NO TENGA UN ANILLO O QUE SE HABLE TAN MAL DE EL SABIENDO LA CALIDAD DE JUGADOR QUE ES

    EN POCAS PALABRAS ALLEN IVERSON YA MARCO LA HISTORIA Y EL SIEMPRE SERA LA RESPUESTA
    O COMO LE GUSTA QUE LE DIGAN
    BOBA SHOT

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