martes, 22 de septiembre de 2009

HAY UN DESIERTO EN ARIZONA

Un desierto extenso y árido.



Por primera vez en muchos años, los Phoenix Suns entran a escena sin un objetivo ambicioso de cara a la temporada que avecina.

Los Suns han sido durante las cinco últimas temporadas, un equipo que ha enamorado al mundo del baloncesto con su particular estilo de juego: ofensivo, rápido, agresivo, incisivo... acompañado por unos resultados que a muchos nos hicieron pensar en algún momento que, jugado de esa manera (dejando la defensa en segundo plano y volcando los esfuerzos en el ataque), era posible llegar a lo más alto.

En la ya lejana temporada 2003/04, los Suns acabaron con un balance de 29 victorias y 53 derrotas (sextos del Pacífico).

En el equipo ya estaban dos de los baluartes en los siguientes años (Shawn Marion y Amaré Stoudemire), pero la presencia de Stephon Marbury tuvo efectos devastadores, lo que dio con la salida de Starbury a NY a cambio de prácticamente nada.

Lo único bueno de tan desastrosa temporada fue la llegada, en el ecuador de la misma, de un Mike D'Antoni, del que pocos esperaban se convirtiera en el impulsor de un nuevo estilo de juego, y en el jefe de unos Suns, que a partir del año siguiente, darían mucho que hablar en la liga.

En el verano de 2004, el fichaje de Steve Nash cambiaría el rumbo de un equipo, que pasó en un sólo año de vagar por las últimas posiciones de su Conferencia, a pelear por lo máximo.

Con el canadiense como catalizador del juego, Joe Johnson y Quentin Richardson como estiletes, y Marion y Stoudemire como dinámicos interiores, los de Arizona firmaron una temporada de ensueño, practicando el baloncesto más atractivo del momento, y cayendo en Final de Conferencia 4-1 ante los Spurs, a partir de entonces bestia negra de los soles.

Un récord de 62-20 (el mejor histórico de la franquicia), el premio de MVP para Steve Nash, D'Antoni entrenador del año... el sol brillaba como nunca en Phoenix.

Durante las siguientes temporadas (2005/06, 06/07 y 07/08), los Suns estuvieron siempre en la aristocracia de la liga, cayendo en otra Final de Conferencia (Dallas), en unas Semis (San Antonio) y en 1ª ronda (Spurs again).

En la 2007/08, los Suns comenzaron su cambio de rumbo. A mediados de la misma, Marion, uno de los jugadores más completos de toda la NBA, salía en traspaso hacia Miami a cambio de nada más y nada menos que Shaquille O'Neal.

Un ala-pívot móvil, dinámico, capaz de correr el contra ataque como cualquier escolta, y con unas facultades excepcionales para la defensa, dejaba su sitio a un center veterano, pesadote, y que llegaba al equipo "exigiendo" un protagonismo ofensivo que Matrix no necesitaba... hasta que lo reclamó, y eso le costó salir del equipo.


Ese traspaso fue el comienzo del fin de los Phoenix Suns tal y como los conocíamos.

El experimento no salió bien, y los Spurs se encargaron de darles boleto en primera ronda de Play Off. La cosa no pitaba y D'Antoni dejaba las secas tierras de Arizona por el glamour neoyorquino.

Al inicio de la 2008/09 (la pasada), se esperaba que con O'Neal haciendo la pretemporada con el equipo, y con más tiempo de aclimatación, las aguas volverían a su cauce... pero nada salió como los más optimistas esperaban.

Stoudemire y O'Neal se comían el terreno, el propio Amaré se dañó un ojo en febrero y ya no reapareció, Nash comenzó a dar los primeros síntomas de agotamiento tanto físico como psíquico... Boris Diaw y Raja Bell marcharon a Charlotte a cambio de Jason Richardson... Ya no eran "aquellos" Suns; no se parecían ni de lejos.

Resultado.: Fuera de la postemporada por primera vez en cinco años, y la peligrosa sensación de ser un equipo del montón.

Durante este verano asistimos al desmembramiento de un equipo lustroso, que ha ido perdiendo piezas a la carrera, y que asiste desde la pasividad más absoluta el fin de un ciclo que no llegó a ser ganador, pero que dejó recuerdos imborrables en muchísimos aficionados.

Shaq salió del equipo a cambio de Ben Wallace y Sasha Pavlovic, dos jugadores que ya son historia en Phoenix, al ser cortados casi de inmediato.

Matt Barnes voló rumbo a Orlando, y ni se plantearon renovar a Stromile Swift.

Por contra, se han hecho con un jugador como Channing Frye, que apuntaba alto cuando llegó a la liga en 2005, pero cuyo estancamiento es evidente, y han renovado a los veteranísimos Nash y Grant Hill.

La columna vertebral de cara al inminente curso es la que formarán Nash (35 años), J-Rich (28) y Stoudemire (26), pero cuidado, porque este último tiene a opción de salir al mercado el próximo verano, lo que puede dar con sus huesos fuera del equipo antes de que termine el plazo para los traspasos en febrero, y que a cambio lleguen jugadores de relleno. O se quedan si su nº1 a mitad de campaña, o al final de la misma. Poca broma.

Con Lakers, Spurs, Nuggets, Mavs y Blazers como equipos de Play Offs fijos (salvo monumental sorpresa) en el Oeste, los Suns se jugarán su puesto para las eliminatorias por el título con Jazz, Hornets, Rockets, Warriors o Clippers; y, a día de hoy son muchas las voces que apuestan a que en Phoenix estarán de vacaciones allá por el mes de abril.

Nash sigue siendo un jugador genial, pero desde luego ya no se puede esperar un rendimiento como el de antaño, Richardson, pese a su bien ganada fama de cañonero, jamás ha sido capaz de llevar a un equipo a altas cotas, Leandrinho Barbosa puede rendir desde el banco, pero debe recuperar la regularidad perdida, de Grant Hill se espera seriedad y profesionalidad, pero no mucho más, Alando Tucker y Goran Dragic todavía no son nadie en el concierto profesional, Jared Dudley, Louis Amundson y Frye parecen sólidos jugadores, pero extrañaría un rendimiento notable, Robin Lopez asusta...a los propios Suns, y Stoudemire puede tirarse hasta las zapatillas en busca de una sobresaliente temporada que le lleve a firmar un contratazo el verano que viene... y todos ellos dirigidos por un entrenador, Alvin Gentry, que aun no ha "empatado" con nadie.

Pero no hay mal que por bien no venga... ni guerra que cien años dure.
Con la salida de Shaquille a cambio de nada, y dando por casi seguro el adiós de Amaré, para el verano de 2010 los Suns serán un equipo con un amplio margen salarial, lo que unido al atractivo de la franquicia puede hacer que alguno de los lujosos agentes libres que saldrán al mercado, ponga sus ojos en Arizona (¿Nowitzki y Nash juntos de nuevo?).

Como pueden ver, a día de hoy el panorama pinta negro, muy negro por Phoenix.

Y es que se puede decir, sin miedo a equivocarse, que por Arizona hay un solar... o mejor, y nunca mejor dicho, un desierto.


(con la colaboración de Chaly Novo)

3 comentarios:

  1. Interesante articulo. Lo mas probable es que los Suns traspasen a Stoudemire si empiezan mal la temporada y ven que no tienen opciones de llegar a playoffs. Los Bulls posiblemente esten en los rumores.

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  2. Si, yo tambien apuesto por la salida de Amaré antes de febrero.
    Chicago, Oakland, Detroit..

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  3. Grandisimo articulo!!!
    Uno de los problemas de estos Suns es el señor Studamire.El se encargó de largar a Joe Johnson por su mala relación con este...
    Además,Matrix la temporada en la que se fue bajó su rendimiento un montonazo,cosa que queda demostrada en su fatal año en los Heat/Raptors...esta en el ocaso de su carrera.
    De este año poco sacaremos en claro,Amare posiblemente se vaya traspasado(menuda golosina para atraer a Lebron si le consiguen en los Knicks).
    Nash...bajará su rendimiento.
    Frye hará un buen papel,pero ha demostrado desde sus años en Arizona,que nunca pasará de buen complemento(para jugar 20-25 minutos)
    Y Richardson y demás pocos Play-offs han visto...
    Lo siento,pero no veo postemporada este año para los Suns...
    cross

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