A sus 37 años, y en las frías tierras de Cleveland (Ohio), Shaquille O'Neal se enfrenta a un nuevo reto en su carrera deportiva.
Por segunda vez en cuatro años, O'Neal era el elegido para liderar un ambicioso proyecto. Ahora, nada más y nada menos, que el del equipo más glamouroso de la NBA.
Tras 17 temporadas como profesional (4 anillos y 2 finales disputadas), O'Neal ha sido fichado por el mejor equipo de la temporada regular de la pasada campaña, para llevar, de una vez por todas, a los Cavs a lo más alto de la Liga.
Los Cleveland Cavaliers, con el actual MVP de la NBA, han pensado en el viejo Shaq para acompañar a "El Elegido", y que LeBron James pueda lucir su primer anillo de campeón de aquí a doce meses.
De todos modos, para O'Neal no es algo nuevo ser el hombre elegido para llevar a un equipo a lo más alto. Desde sus comienzos fue así y, por lo visto, así será hasta sus últimos días como jugador profesional.
A comienzos de los 90, los Orlando Magic eran un equipo de reciente nacimiento que, debido a sus malos resultados, tuvo la fortuna de elegir con el nº1 del Draft del año 1992, y se decantó de manera incontestable por el gigante de la Universidad de Louisiana State, Shaquille Rashaun O'Neal.
En tres años, O'Neal llevó a los Magic del nº1 del Draft a jugar la primera Final de la NBA en su historia. Rodeado del brillantísimo Anfernee Hardaway, de Nick Anderson, de Dennis Scott y de Horace Grant, los Magic ya eran una potencia. Al final de la temporada siguiente, y después de que la franquicia de Florida cayese en Final de Conferencia ante los Bulls de Jordan, "Diesel" decidió cambiar de aires y de costa: fichó por unos Angeles Lakers huérfanos de jugadores estrella desde la retirada de Magic Johnson, y sin catar el Larry O'Brien Trophy desde 1988.
Por segunda vez en cuatro años, O'Neal era el elegido para liderar un ambicioso proyecto. Ahora, nada más y nada menos, que el del equipo más glamouroso de la NBA.
Por cierto, ninguno de los hombres que acompañaron a Shaq en el subcampeonato de Orlando volvió a rendir al nivel que lo habían hecho al amparo de su pívot.
Pero estamos ya en LA. Los comienzos de O'Neal en los Lakers no fueron fáciles y los resultados no acababan de llegar, pero en el año 2000, y con la llegada de Phil Jackson al banquillo angelino, el jugador con más apodos de la NBA firmó la mejor temporada de su extenso curriculum (29.7 puntos y 13.6 rebotes), consiguió su único MVP de la temporada (cosas de la vida), y puso la guinda con su primer anillo de campeón.
O'Neal había conseguido el objetivo para el que se le contrató y devolvió a los Lakers la gloria perdida desde hacía más de una década. Ese primer título fue también el primero de un imberbe Kobe Bryant, hombre clave en la carrera de Shaquille.
Al de 2000 le siguieron dos anillos más de manera consecutiva. Tres anillos, tres MVP de las Finales... y la NBA a sus gigantescos pies. Tras perder la Final de 2004, y en plena guerra sin cuartel con Kobe Bryant, O'Neal dejó Los Angeles para regresar a Florida, aunque esta vez a Miami.
En su presentación como jugador de los Miami Heat, "El Gran Aristóteles" prometió un anillo para su nuevo equipo... y las promesas se cumplen. Con un papel menos protagonista que en sus temporadas de plenitud, Shaquille O'Neal conseguía en 2006 su cuarto título, de la mano de un ES-PEC-TA-CU-LAR Dwyane Wade.
Pese a ese papel secundario, O'Neal cumplía su palabra y conquistaba el primer anillo para nombres ilustres como los de Wade, Gary Payton, Alonzo Mourning, Antoine Walker y Jason Williams.
Si volver a ser campeón era importante, no menos lo era conseguirlo sin su "entrañable enemigo" Kobe Bryant. Con el proyecto heat caducado, O'Neal volvía a ser traspasado a mediados del año 2008 a Phoenix.
Los Phoenix Suns pensaron en él para llevar al equipo -que ya había coqueteado con la gloria- a lo más alto.
Recordada es la imagen del día de su llegada a Phoenix, cuando desde la grada, y en medio de un partido de los Suns, se señaló el dedo anular prometiendo la preciada sortija para los de Arizona.
La cosa no salió bien, pese a su buen rendimiento individual, porque el ciclo ganador de los Suns había terminado meses antes y fue imposible que O'Neal cumpliera su palabra (por una vez y sin que sirva de precedente).
Ahora, en últimos coletazos de una espectacular carrera, el center de New Jersey vuelve a ser reclutado para intentar llevar a otra super estrella a lo más alto.
Ya he comentado que O'Neal fue el "culpable" de que cracks como Kobe, Wade, Payton, Mourning o Walker consiguieran su primer anillo. Otros más "modestos" como Glen Rice, Mitch Richmond, Rick Fox, Derek Fisher, Udonis Haslem, J-Will o James Posey también le deben a "Diesel" el haber saboreado las mieles de su primer título.
LeBron James (y todo Cleveland) esperan que la historia se repita y que la llegada de Shaquille sea sinónimo de éxito y que los Cavs consigan el primer título de su historia.
¿Que cuál será el papel del "perro grande" en la franquicia de Ohio? A priori, los Cavs iniciarán la temporada con dos centers puros como son Ilgauskas y O'Neal, a cual más pívot y a cual más veterano (34 'tacos' el lituano).
El sentido común dicta que ambos se repartirán los minutos como buenos hermanos, tal vez entre 25 y 23; y lo normal sería que O'Neal fuera el encargado de salir en el quinteto inicial.
En la cancha deberá aprovechar toda la atención defensiva que provoca LeBron, y sacar tajada de los pases doblados del "Rey". Sabiendo que en caso de faltas -a las que cada vez es más propenso-, el equipo no queda cojo, también en defensa debería subir un grado a lo mostrado en su etapa en Phoenix.
No obstante esto todavía son especulaciones, y es Mike Brown quien tiene la "patata caliente" de encajar un jugador como O'Neal en su esquema.
Pese a ocupar la misma posición en cancha y tener unas características físicas más o menos similares, el juego de "Big Z" y el ex "Big Cactus" dista mucho de parecerse.
Ilgauskas tiene un tiro a 4/5 metros que para sí quisiera O'Neal, con lo que el coach tendrá que saber acompañar a Shaquille con un "4" más exterior de lo que es el brasileño Varejao.
Un juego interior Varejao-O'Neal puede convertir la zona en el metro de Tokio en hora punta.
No descarten muchos minutos para James de "4" compartiendo pista con Shaq. Lo que es seguro es que Shaquille O'Neal tiene otra misión.
No descarten muchos minutos para James de "4" compartiendo pista con Shaq. Lo que es seguro es que Shaquille O'Neal tiene otra misión.
Quizá la última en su carrera. Imaginemos a un año vista a los Cavs reinando en la NBA... y a O'Neal presumiendo de haber sido el hombre que le ha dado su primer anillo a Kobe Bryant, Dwyane Wade y LeBron James... ¡¡¡como para no vacilar!!!
¿Lo conseguirá? ¿Le quedarán fuerzas al bueno de O'Neal? ¿Se ceñirá su quinto anillo?
En un año saldremos de dudas, aunque yo, por defecto, nunca apuesto en contra de Shaq.
(con la colaboración de Chaly Novo)
Tengo la extraña sensación de que lo de O´Neal en los Cavs va a terminar mal...
ResponderEliminarNada descartable, aunque yo creo que al verse en su ultima oportunidad de tocar pelo, estara dispuesto a tragar lo que haga falta (entiéndaseme bien la expresion)
ResponderEliminarjeje. La verdad es que ha tenido una carrera fantástica. Ya en su primera semana en la liga fue nombrado "jugador de la semana"...
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