LOS GRIZZLIES COLECCIONAN "CHUPONES"

Los Memphis Grizzlies son un equipo, o mejor dicho, una franquicia, que va dando palos de ciego temporada tras temporada.

Desde su nacimiento como franquicia NBA, en 1995, bajo la denominación de Vancouver Grizzlies, sólo han visto la luz en 3 campañas (03/04, 04/05 y 05/06), cuando, bajo la batuta del español Pau Gasol, y con unos muy decentes lugartenientes del jugador de Sant Boi (Battier, Posey o J-Will), lograron la clasificación para los playoffs, pese a que en las eliminatoria por el título fueron incapaces de ganar ni uno de los 12 partidos jugados (récord histórico).

Si la época que precede a esas triunfales temporadas fue absolutamente negra y tétrica, la que la sigue se podría calificar simplemente como paranoica. Tiros al aire, transacciones delirantes y diversos modelos de equipo que no han dado en absoluto el resultado apetecido.

De cara al próximo curso, y después de sus movimientos en el mercado en lo que llevamos de verano, los Grizzlies ha decidido rizar el rizo, y optar por un formato de equipo que puede llegar a desesperar al más paciente de los mortales.

Olvídense de ver un baloncesto de cátedra; con la plantilla que están formando los Grizzlies, se pueden llegar a ver partidos en los que el marcador explote, o partidos en los el espectáculo sea tan esperpéntico que haga sonrojar incluso a los propios protagonistas.

Me explico.

Los Memphis Grizzlies van a juntar en su plantel de cara a la 2009/2010, a tres de los jugadores con mayor fama de "chupones" que habita en la NBA.

A los ya presentes Rudy Gay y OJ Mayo, les acompañará el polémico Zach Randolph, procedente de los Clippers (a la espera que se formalice su traspaso por Quentin Richardson) y, ¡¡¡cuidado!!!, porque para nada es descartable que a estos 3 mosqueteros se les pueda llegar a unir nada más y nada menos que ¡¡¡Allen Iverson!!!

¿Se imaginan? Iverson+Mayo+Gay+Randolph... ¿y un sólo balón a repartir?.

La temporada pasada, Los Grizzlies fueron el equipo -de largo- que menos asistencias repartió por partido: apenas 17.35. Su mejor pasador fue el base titular Mike Conley, quien en 30.6 minutos repartió 4.3 asistencias.

Repetir esos 4 pases letales para el bueno de Conley se puede convertir en toda una proeza la temporada que viene.

Supongamos que "The Answer" llega a vestirse de azul marino.

¿Se imaginan esos cuatro jugadores juntos, más un quinto elemento sin voz ni voto en pista?

¿Esa pelea para recibir el primer pase tras saque de fondo, pillar la bola, y no soltarla por nada del mundo?

¿Esos tiros forzados "yo contra todos" en posiciones inverosímiles?

¿Esos cuatro compañeros mirando como el quinto hombre bota y bota y tira y tira, sin la menor esperanza de recibir un pase?

Un ataque será Zach, en otro será Mayo en otro Gay y en otro Iverson, pero ese tipo de ofensiva será el pan nuestro de cada día -si un gran milagro no lo remedia- en los partidos del conjunto de Memphis.

El día que entren los tiros (por muy mal seleccionados que estén), pues vale... pero, ¡¡¡ay, amigo!!!, el día que se sucedan los fallos, uno tras otro, mientras Lionel Hollins palidece en la banda, ¡¡¡que no lleguen a las manos!!! las caritas, reproches y discusiones están asegurados, la pelea física una posibilidad, aunque sea en la intimidad del vestuario.

¿Que soy un exagerado? Analicemos con números.

OJ Mayo. Afronta su segunda temporada como profesional. En su año rookie promedió 3.2 asistencias por partido, jugando 38 minutos por noche y lanzando a canasta ¡¡¡15.6 veces por encuentro!!!

Mayo no es el típico "chupón" que coge el balón y no lo suelta, ya que su lectura del juego es bastante potable. Quizá el bajo nivel de sus compañeros la temporada pasada hizo que optara por mirar primero al aro que al hombre desmarcado, pero desde luego se le puede incluir en el club de "yo me lo guiso yo me lo como" .

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Rudy Gay. El chupón por antonomasia. Este alero puro no ha sido capaz de superar las 2 asistencias de media por partido en ninguna de sus tres temporadas.

Fue una de las causas del errático cambio de rumbo de la franquicia cuando llegó a cambio de Shane Battier, un jugador absolutamente opuesto al ex de Connecticut. Tirador compulsivo (que no anotador), sus compañeros se olvidan de recibir el balón si éste llega a sus manos. La temporada pasada repartió 1.7 asistencias por noche en 37.3 minutos, y su número de lanzamientos a canasta fue de 15.9 por partido. Un jugador que no ha llegado a explotar pese a sus enormes facultades físicas, por culpa de no conocer el juego y no ver más allá de la canasta. Al contrario que Mayo, Gay es del club de "tu guísalo que ya me lo como yo".

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Zach Randolph. Un "gordito" que es un verdadero agujero negro cuando el balón llega a sus manos. Con un talento ofensivo descomunal, raro, rarísimo, es el ataque en el que algún compañero le cede el balón y éste vuelve a salir de sus manos con otro destino que no sea el aro.

Además de que defensivamente es una nulidad, en ataque puede irse a 20 puntos con la gorra, pero no ayuda para que la ofensiva de su equipo sea dinámica y variable. Balón al poste bajo y fin de la historia. En sus ocho temporadas como profesional (Blazers, Knicks y Clippers) su tope de pases de canasta fue 2.2 en la 2006/20007. La campaña pasada, a caballo entre New York y Los Angeles, lanzó una media de 17.5 veces a canasta por partido. Del club de "Me lo guiso y me lo como todo todo".

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Allen Iverson. El caso de "The Answer" es totalmente diferente. A sus cualidades casi únicas como anotador le ha acompañado siempre una capacidad para el pase próxima a lo notable. Siempre moviéndose en torno a las 6 asistencias por noche, llegó a repartir 7.9 en la temporada 04/05.

El tema es que su fama como "cañonero" es tan grandiosa que pocas veces se le ha reconocido sus excelencias pasadoras. La temporada pasada dio 5 asistencias por noche, aunque su número de tiros por partido sigue siendo exagerado: 14.6.

Pese a estar en la cuesta abajo de su carrera, cuesta pensar que sacrificara sus lanzamientos por el bien del equipo, sobre todo después de su mal curso 08/09. "Me lo guiso, te miro, pero me lo como".



La media de lanzamientos a canasta en un partido de los Grizzlies la temporada pasada fue de 77 tiros. Supongamos que los cuatro jugadores arriba citados acaban reuniéndose en Memphis, y que cada uno de ellos mantenga sus tiros por partido.

Entre Mayo, Gay, Randolph & Iverson sumarían ¡¡¡63.6 tiros de los 77 del equipo!!!!

Es evidente que eso es jugar con el cuento de la lechera, y que en el supuesto caso que estos jugadores compartieran equipo, el número de tiros de cada uno de ellos disminuiría, pero ¿ustedes creen que mucho?.

El dato es sólo para que se hagan una idea de lo delirante que podría ser un partido de los Memphis Grizzlies en la temporada que arrancará el próximo mes de noviembre.

¿Y el 5º elemento? Porque ofensivamente tendría un papel más que secundario, pero a esto se sigue jugando con cinco.

El 5º jugador sería, en un 90% de las ocasiones, un pívot nato, ya que la opción de Randolph de center se antoja casi imposible, sobre todo en la Conferencia Oeste.

Con Hasheem Thabeet y Marc Gasol como habituales inquilinos del poste bajo, su papel ofensivamente hablando sería tan sencillo como "mirar y luchar el rebote ofensivo".

Nada complicado, aunque eso sí, en defensa tendrán que sudar sangre... casi en el sentido literal del término.

Pues así será la vida más o menos en Memphis a partir de noviembre. He iniciado el artículo pensando en el atropello al buen gusto baloncestístico que serán estos Grizzlies, pero la verdad es que a medida que iba rellenando párrafos, casi que tengo ganas de verlos, y por supuesto hago fuerza porque Allen Iverson se embarque en tan disparatada aventura.

(Con la colaboraciòn de Chaly Novo)