Desde sus inicios como head coach en los Chicago Bulls (89/90), Jackson siempre ha estado observado con lupa.
Muy lejos del prototipo de entrenador que se llevaba por entonces, Phillip Douglas Jackson (Montana 1945), siempre ha sido un hombre marcado por un espíritu liberal y un reconocido pasado hippie que ha hecho recelar de él a muchos colegas de profesión durante toda su carrera.
Ni tan excelso currículum ha librado al Maestro Zen de las más despiadadas críticas, tanto de prensa como de los propios aficionados a sus equipos, a lo largo de su carrera.
El que en sus inicios lo fiara todo al buen hacer de Michael Jordan, y se pusiera conscientemente en un segundo plano, ya fue mal visto por el esto de entrenadores, quienes no entendían que el joven Jackson no quisiera imponer su estilo propio e incluso atar en corto al "23" de su equipo.
El contar siempre en sus equipos con auténticas súperestrellas (Jordan & Pippen en Chicago y Shaquille & Bryant en LA.), hizo que se vendiera como sencilla su labor al frente de ambos banquillos y fue aprovechado para restar mérito a sus innegables éxitos como entrenador.
Durante muchos años, Jackson ha sido un habitual practicante de Yoga y un enamorado de técnicas de relajación orientales, lo que le ha reportado una paz interior que ha sacado a relucir en innumerables ocasiones durante su vida profesional.
Ni muestras de desbordada alegría en las victorias, ni excesivo cabreo en las derrotas, esa imagen de "pasota" también ha sido tomada como motivo para cargar contra él.
Su millonario contrato en los Lakers, su casa en la playa de Malibú y su relación sentimental con Jeannie Buss, "la hija del jefe", fueron las gotas que colmaron el vaso, e hicieron de Phil Jackson uno de los hombres más envidiados del mundo del deporte americano. Phil siempre fue diferente al resto de entrenadores, y eso, irremediablemente, es motivo para el comentario, normalmente malicioso.
A día de hoy, y sin ningún dedo de sus manos disponible para un nuevo anillo, todo son reconocimientos, pero no siempre fue así.
Con un equipo de asistentes reputadísimo y siempre fiel a Jackson, y con el archifamoso "TRIÁNGULO MÁGICO" como piedra filosofal de todos sus sistemas de ataque, los equipos de Phil han dominado la competición durante ya 2 décadas.
Tras entrenar en la CBA y en Puerto Rico, Phil Jackson llegó a los Chicago Bulls en el año 1987 como entrenador asistente de un joven Doug Collins.
Por aquellos años, en Chicago ya hacía y deshacía casi a su antojo un Michael Jordan que comenzaba a florecer como el jugador que posteriormente sería bajo la tutela de Phil.
La química entre Jordan y Doug Collins nunca fue la mejor, y fue el motivo principal para que Collins dejara el equipo al finalizar la temporada 88/89, pese a que su equipo alcanzó la Final de la Conferencia Este.
El buen rollo entre Jordan y Jackson hizo que la franquicia le diera un voto de confianza a su entrenador asistente, y en la temporada 1989/90 comenzaba la carrera de Phil Jackson como entrenador jefe en la NBA.
Tras una primera temporada en la que los Bulls volvieron a caer en la Final de Conferencia ante los Detroit Pistons, los de Illinois encaraban la campaña 1990/91 con el único objetivo de acabar con la tiranía piston en el Este y con la esperanza de dar un susto en la Gran Final de la NBA.
Con la columna vertebral del equipo formada por Michael Jordan, Scottie Pippen y Horace Grant, con Phil Jackson en el banco y con unos secundarios de lujo como John Paxson, BJ Armatrong o Bill Cartwright, los Chicago Bulls conseguían el primer título de su historia imponiéndose a los Lakers (casualmente) por 4-1.
Fue el primero de los 3 títulos que Jackson consiguió con los Bulls previos a la primera retirada de Michael Jordan.
El segundo anillo lo consiguieron ante los Blazers de Drexler y Porter y el 3º ante los Suns de Barkley y Kevin Johnson en una de las mejores finales que se recuerdan, que cerró Paxson con aquel triple en el 6º y definitivo partido (4-2).
Después de 3 anillos, y deprimido por el asesinato de su padre, Michael Jordan anunciaba su precipitada retirada, y dejaba a Phil Jackson sin su estandarte.
Años duros se avecinaban por la ciudad del viento.
Los dos años sin Jordan (93/94 y 94/95), los aprovechó Jackson para ir rejuveneciendo la plantilla, y con Pippen como líder consiguieron mantenerse en la elite del Este (55-27 y 47-35 en esos dos años huérfanos de MJ), cayendo en ambos casos en Semifinales de Conferencia, pero dando entrada a hombres como Toni Kukoc, Steve Kerr o Luc Longley en el equipo.
Tras el retorno de Jordan al final de la temporada 94/95, los Bulls iniciaron el curso 95/96 con el anillo como único objetivo, pero con Rodman y Ron Harper como principales incorporaciones consiguieron no sólo el preciado metal (el 4º, superando en la Final a los SuperSonics), si no conseguir el mejor récord de la historia en temporada regular con un impresionante balance de 72 victorias por sólo 10 derrotas.
La llegada al equipo de Dennis Rodman supuso uno de los retos más importantes en la carrera de Phil Jackson. Tras una etapa oscura en los Spurs, "El Gusano" volvió a sentirse jugador al amparo de Jackson, quien con el apoyo de Pippen y Jordan recondujeron a uno de los mejores reboteadores de la historia de la NBA, fundamental en el lote de otros 3 anillos consecutivos para los Bulls y Jackson. Al comentado anillo ante Seattle se le unieron 2 ante los Jazz, quienes sufrieron en sus carnes todo el poder de los invencibles toros.
Con la mítica canasta de Michael Jordan que sirvió para ganar el 6º anillo, se puso fin a la etapa de "Air", de Pippen y de Phil Jackson en el equipo de los Chicago Bulls, debido también a las desavenencias de los 3 pilares fundamentales de los éxitos de los Bulls con el mandamás de la franquicia, Jerry Krause.
Michael volvió a tomar la decisión de retirarse, Pippen voló rumbo a Houston, y Phil Jackson decidió darse un descanso y ver los toros (sic) desde la barrera.
Poco le duró el tiempo de ocio al bueno de Phil, ya que en el verano de 1999, recibió una llamada de Los Angeles Lakers para hacerse cargo del equipo más famoso del planeta.
Sin títulos desde el año 1988, los Lakers decidieron ponerse en manos del Señor de los Anillos para volver a la senda de los triunfos (y no se equivocaron).
Con una plantilla liderada por el gran Shaquille O'Neal y con Kobe Bryant como escudero de auténtico lujo, los Lakers venían de varios años llenos de sinsabores y de pegársela en Semifinal de Conferencia ante los Spurs (4-0) la temporada anterior.
Para el primer año de Jackson en LA, el objetivo era dar un paso más y llegar hasta la Final de Conferencia, pero los de púrpura y oro sorprendieron a todos y a las primeras de cambio se hicieron con el campeonato (4-2 ante Indiana), protagonizando una recordada Final de Conferencia ante Portland decidida en el último cuarto del 7º partido.
Con 7 anillos en sus dedos, Jackson condujo a la nave amarilla a dos títulos más (01 y 02), aunque por entonces las grietas en forma de mala relación entre O'Neal y Bryant hacía presagiar el final de un ciclo.
Y ya llevamos 9 títulos en 9 Finales.
Tras caer ante los Spurs en Semifinal de Conferencia de 2003, los Lakers se reforzaron con 2 All Stars como Karl Malone y Gary Payton con el objetivo de volver a reinar.
Estuvieron a punto, pero la podrida relación entre Kobe, Shaq y algún que otro miembro más de la plantilla, dio al traste con el invento y cayeron contundentemente en la Final de la NBA ante los Pistons de Larry Brown.
Por primera vez en su carrera, Phil Jackson era superado en una Final.
El agrio enfrentamiento entre los dos divos (Bryant & O'Neal), del que Jackson nunca tomó parte públicamente, desgastó de tal manera a Phil, que éste decidió abandonar el barco, algo que también hizo Shaquille O'Neal, que puso rumbo a Miami.
Con Kobe Bryant como única e indiscutible estrella, los Lakers se la pegaron en la siguiente temporada (con Tomjanovich en el banco hasta que unos problemas de salud le obligaron a renunciar), y con un balance de 34-48 se quedaron fuera de la post-temporada.
No había más remedio que recurrir nuevamente al Maestro Zen, quien gracias a un suculento contrato accedió a tomar las riendas del equipo. Durante esta 2ª etapa de Jackson en los Lakers, y lejos del problema Kobe-Shaq, se ve un hombre mucho menos participativo en los partidos, menos activo y con más problemas de salud (cadera), y decide cederle a Kobe Bryant toda la responsabilidad sobre la pista, y mucha de ella fuera de la misma. La relación entre Kobe y el entrenador se suaviza sobremanera, hasta el punto de compartir muchas horas hablando de baloncesto y de la vida en general.
El astro le devuelve la confianza firmando una temporada 2005/06 monstruosa, pese a que su equipo cae en 1ª ronda ante Phoenix tanto en esa campaña como en la siguiente 2006/07.
Llegados a la temporada 2007/08, se presumía un año en la que los Lakers tenían que dar un paso más de la mano de Bryant, de Odom y de un mejorado Bynum.
La adquisición de Pau Gasol en febrero de esa temporada, hizo que los Lakers cambiaran su objetivo radicalmente, y todo el mundo volvía a contar con los angelinos como contendientes al título.
No fallaron, y después de uno Play Offs en los que se deshicieron de Denver, Utah y San Antonio, los Lakers volvían a una Final de la NBA... aunque el "Big Three" de Boston fue demasiado para los californianos, y en una Final con claro sabor ochentero, los del trébol se impusieron 4-2.
Segunda Final consecutiva perdida por Phil Jackson, quien después de esa Final tuvo que escuchar las primeras críticas realmente duras de su carrera. Que si la edad, que si la falta de reflejos en momentos puntuales, que si pasividad...
Demasiado cruel para un entrenador con 9 anillos y 11 Finales a sus espaldas.
Durante la temporada que recién acabó, Los Angeles Lakers han mandado con holgura su Conferencia toda la temporada, dejando a Denver a 11partidos de distancia. Se cargaron en Play Offs a Utah, Houston y a los propios Nuggets antes de la Gran Final, pero la irregularidad del equipo y su incapacidad para cerrar los partidos cuando éste está en su mano, hacía que la prensa no cejara en su ensañamiento sobre Jackson y el resto del equipo.
Tras palos y más palos, los Lakers vuelven a reinar en la NBA gracias a una Final, en la que se han impuesto claramente a los Orlando Magic, siendo fundamental un planteamiento defensivo diseñado por Phil Jackson y sus asistentes, que ha dejado a Dwight Howard con 15 puntos de media, cuando venía de anotar 25 en la Final de la Conferencia Este.
Mientras la crítica se desgastaba cargando contra Phil Jackson en la mayoría de las ocasiones, él se dedicaba a elaborar sus planteamientos y a mentalizar a sus hombres de cómo ser los mejores y alcanzar un nuevo título.
Tras el éxito, y mientras sus jugadores brincaban en medio del Amway Arena, él fiel a su estilo y sin un sólo signo de euforia, sonreía con una gorra amarilla que mostraba gran diez en números romanos y saboreaba el habano que más tarde se fumaría... al mas puro estilo Auerbach.
Pocas veces una letra ("X") quiso decir tanto.
Enhorabuena Phillip. Leyenda viva.
Buena biografía deportiva, y muy buena selección de las fotografías.
ResponderEliminarEnorme Phil Jackson!
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